martes, 31 de agosto de 2010

Consumo Cultural



Si bien todo acto de consumo podría caracterizarse como cultural por estar cargado de un simbolismo; separamos lo que sucede con ciertos bienes y servicios relacionados con el arte y el saber para denominarlos de Consumo Cultural. Estos son aquellos bienes o servicios que tienen un derecho de autor, pensados para ser consumidos culturalmente. Un claro ejemplo sería un libro o una película en el cine.

La separación entre lo que es Consumo Cultural y lo que no, se justifica por la independencia de los campos artísticos e intelectuales, que tienen públicos específicos para la pintura, el cine la tv, el teatro y la literatura entre otros.

Los bienes culturales son producidos y puestos en circulación por circuitos independientes creados por instituciones especializadas, como galerías de arte, museos, revistas, editoriales y universidades. Además, estos bienes se diferencian del resto debido a que en estos, el valor simbólico predomina por sobre el valor de uso y de cambio.

Incluso un mismo bien como podría ser un urinario adquiere un valor simbólico distinto si es un urinario en un baño, o si es el urinario que Marcel Duchamp presentó en el Museo de Arte Moderno de New York con el nombre de “fuente”. En este segundo caso el valor estético y simbólico predominan ampliamente sobre los valores de uso y de cambio.

Disponible en: www.bibliotecavirtual.clacso.org.ar

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